LOS TRÁMITES MUNICIPALES SE HACEN ETERNOS EN EL AYUNTAMIENTO DE ALCALÁ DEL RÍO EN PERJUICIO DE LOS VECINOS

La comunidad de vecinos del bloque 1 de la avenida de la Paz lleva 9 meses pendiente de la licencia para la instalación de un ascensor, a riesgo de perder la subvención por la lentitud municipal


La lentitud en la resolución de los trámites administrativos municipales afecta al día a día de muchos vecinos. Un ejemplo es la situación que viene sufriendo la comunidad de vecinos del bloque 1 de la avenida de la Paz, que lleva 9 meses esperando la licencia de obras para la instalación de un ascensor. Una necesidad en un inmueble en el que la mayoría de personas son mayores e incluso con problemas de movilidad, y que no se soluciona – a pesar de tener financiación, proyecto y empresa – por la tardanza en la concesión de la licencia.

En diciembre de 2020 la Junta de Andalucía aprobó la subvención para la instalación de los ascensores. En este tipo de mejoras, es la comunidad de vecinos la que tiene que ejecutar y abonar la obra y una vez finalizada recibe la subvención autonómica. Es por ello que en dicha fecha se solicitó un préstamo, que los vecinos están pagando desde entonces.

En abril de 2021 se abonó la tasa de licencia de obras y, posteriormente, en junio, se pidió a la comunidad que solicitase autorización para la ocupación de la vía pública – al tener que instalarse los ascensores en el exterior del edificio –, que se cursó de forma inmediata, aunque el expediente para resolver esta circunstancia aún no se ha iniciado siquiera y, por tanto, todavía no se ha emitido la licencia de obras. Tras 9 meses desde su petición, y tras 3 meses después del último trámite solicitado, el equipo de gobierno sigue sin concederla.

Del mismo modo, se ha argumentado por parte del equipo de gobierno, a preguntas de nuestro grupo, que el personal competente en este asunto ha estado dedicado a otros proyectos. Un argumento que demuestra falta de organización en el trabajo municipal, puesto que la administración queda paralizada en perjuicio de los ciudadanos cuando hay otros proyectos más urgentes, según su explicación.

Con todo ello los plazos continúan corriendo. De vencerse y no haberse ejecutado la obra podría llegar a perderse la subvención, por lo que los vecinos no recuperarían el dinero invertido en el préstamo. Vecinos, no está de más recordarlo, en muchos casos mayores y pensionistas, que están haciendo un esfuerzo económico añadido para abonar las cuotas del préstamo.


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