LAS REFORMAS QUE ESPAÑA NECESITA

   España necesita el cambio. Los españoles estamos padeciendo una crisis sin precedentes. La incapacidad del partido socialista para hacerle frente ha llevado a España a una situación insostenible que es necesario superar cuanto antes. Desde 2004, los gobiernos socialistas se desentendieron de la realidad económica y no hicieron nada más que llevar a cabo una gestión de las finanzas públicas despilfarradora e irresponsable, negando en un principio la existencia de la crisis y tomando después decisiones improvisadas, todo ello por no perjudicar sus intereses electorales. Han dejado un déficit del 8,5% (aunque decían que era del 6%). Han dejado una deuda de casi 700.000 millones que obliga a pagar 30.000 millones al año sólo de intereses. Han dejado una tasa de desempleo del 23%  cuando el PSOE llegó al Gobierno en 2004 con una tasa de paro del 11%. Por todo esto, España necesita reformas estructurales, reformas profundas que resuelvan los problemas de fondo de nuestra economía. Reformas valientes y claras que son las que está poniendo en marcha el Gobierno del Partido Popular desde que tomara posesión hace tan sólo cuatro meses, con el objetivo de sacar a nuestro país de la crisis y sin preocuparse por el coste electoral que pueda suponer.
    Dentro de estas medidas podemos destacar la REFORMA LABORAL, encaminada a la creación de empleo, a la mejora de la competitividad y la productividad empresarial; el PLAN DE PAGO A PROVEEDORES, por el que se acabará con la morosidad de las administraciones públicas y se reactivará la economía, ya que inyectará liquidez a pymes y autónomos, los mayores perjudicados por la morosidad de las administraciones; la LEY DE ESTABILIDAD PRESUPUESTARIA, una ley para que ninguna administración se gaste lo que no tiene; la REFORMA DEL SISTEMA FINANCIERO, que se pone en marcha con el objetivo de recuperar la función principal del sector: proporcionar a empresas y familias el crédito necesario para la actividad económica; el PLAN DE LUCHA CONTRA EL FRAUDE FISCAL por el que, al mismo tiempo que se pide un esfuerzo a todos los ciudadanos, se va a extremar la vigilancia para que nadie pueda evadir sus responsabilidades fiscales; la elaboración de los PRESUPUESTOS GENERALES 2012, que subsanan el grave desequilibrio heredado del Gobierno socialista, ya que en 2011 los gastos fueron superiores en 90.000 millones de euros a los ingresos (es decir, se gastaron 15 billones de pesetas más de los que se ingresaron); una REFORMA SANITARIA que va a garantizar la sostenibilidad del sistema, preservando siempre el derecho de los ciudadanos a la protección de su salud; una REFORMA DEL SISTEMA EDUCATIVO que garantice que las futuras generaciones cuenten con una educación de calidad, pública, competitiva y universal.
   A pesar de todo el desgaste que haya podido suponer estas reformas en la imagen del Gobierno, la última encuesta del CIS señala que el PP sigue aventajando al PSOE en 11 puntos de intención de voto, lo que indica que el sentido de responsabilidad de los ciudadanos les hace entender estas reformas como realmente necesarias.

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